domingo, 4 de mayo de 2014



MADERA PLÁSTICA

Por Gonzalo Carrillo Baeza (CICY)*
Los residuos sólidos urbanos (RSU), en mayor o menor grado, son una problemática compleja y el común denominador en prácticamente todos los estados del país; entre dichos residuos se encuentran los envases de jugos o lácteos desechados cotidianamente, en la medida en que no se ha encontrado un nicho de interés común como ocurre en el caso del PET (tereftalato de polietileno, por sus siglas en inglés) contenido en las botellas de refresco y agua que alcanza un precio aproximado por kilogramo de $10.00 (ya limpio y triturado), el cual, incluso, se exporta para darle valor agregado como un nuevo producto.
El reciclado de los envases multicapa es conocido por muchos actores políticos, por universidades y la industria; consiste en el aprovechamiento de este tipo de envases como una alternativa de los tradicionales aglomerados de madera. Muchos trabajos han sido realizados alrededor de este material de desecho con el objetivo de encontrar su máxima utilización. Varias firmas han surgido y desaparecido en busca de la utilización de estos envases multicapa, usando el ciento por ciento del material con la mínima energía posible, generando laminados particulados o separando sus partes (papel, polietileno y aluminio) con mayor número de procesos para emplearlos por separado (hidropulpeo y pirólisis).
Los envases para alimentos líquidos (conocidos comercialmente como Tetra Brik y fabricados por la multinacional de origen sueco, Tetra Pak) se componen de cartón (75%), polietileno (20%) y aluminio (5%). La recuperación de este material de postconsumo puede ser utilizada como materia prima para la elaboración de aglomerados como una opción ecológica de los materiales tradicionales existentes usados para muebles, ayudando a diversificar el difícil mercado de los tableros aglomerados de madera.
Los intentos por implementar la comercialización de los aglomerados del reciclado de envases multicapa se han replicado en diferentes partes del mundo con mayor o menor éxito. Dicho logro se da, en gran parte, por la disposición de los gobiernos que ayudan a cristalizar el aprovechamiento de los RSU, aunque se observa un mayor grado de dificultad en los países en desarrollo.
Sin embargo, en el negocio de la madera no siempre hay interés en permitir la entrada de nuevos productos al mercado, aunque sean más ecológicos y económicos, debido a las poderosas trasnacionales madereras que controlan este negocio lucrativo (empresas dedicadas a tala de árboles, aserraderos, madereras y aglomeradoras), las cuales vigilan que sus productos de madera no tengan competencia (por ejemplo, no permiten que otros productos se vendan en sus tiendas concesionadas).
En el caso particular de México, se está haciendo muy poco para recuperar los envases de Tetra Brik una vez que son desechados. Es por ello que en el Grupo de Procesamiento y Reciclado de Materiales del Centro de Investigación Científica de Yucatán, A.C. (CICY) se trabaja para elaborar propuestas de madera plástica basadas en subproductos y (o además) RSU, buscando mejorar las propiedades ya existentes por medio de parámetros de procesamiento adicionales al tamaño de partícula del material molido previo a su laminación (presión, temperatura y tiempo de procesamiento).
Tal es el caso del material de desecho que se recupera de Tetra Brik, soportado en estudios detallados de caracterización físico-mecánica que evalúan su potencial como alternativa en el uso de la madera tradicional. Este grupo de trabajo del CICY está obteniendo resultados muy positivos con propiedades que superan, por mucho, las características más relevantes de sus contrapartes en aglomerados de madera como la resistencia a la flexión, la cedencia con el paso del tiempo y la absorción de la humedad.

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