lunes, 30 de agosto de 2010

"Una profunda sensibilidad ecológica sólo puede provenir de la profundidad del alma, que se nutre de la comunidad, de la certidumbre de no estar aislada del corazón y de su relación con los detalles…si no amamos las cosas en particular, tampoco podemos amar el mundo, porque éste sólo existe en las cosas individuales.
 
La ecología es la ciencia del hogar. Las  cosas del mundo forman parte de nuestro entorno hogareño…este mundo es nuestro hogar  y nuestra responsabilidad hacia él no proviene de la obligación ni de la lógica sino de un verdadero afecto."